Fusión arquitectónica reflejo de la historia, declarada Monumento Histórico en 1982.

Sumérgete en su fascinante pasado que tiene sus raíces en el siglo XVI, respaldada por el Obispo Gutierre de Vargas Carvajal y llega hasta el siglo IX.

En su interior, te cautivarán una nave única dividida en tres tramos con arcos de medio punto y pilares de estilo clasicista. La cubierta, realizada en madera y de diseño a dos aguas, añade un toque especial. La cabecera presenta una forma octogonal construida en sillería de granito y reforzada por contrafuertes. El techo está decorado con una bóveda de crucería adornada con terceletes, que alberga el Altar Mayor, una obra maestra del siglo XVI. A los pies de la iglesia, se encuentra el coro, una estructura de madera sobre zapatas.

Al observarla desde el exterior, notarás la sencillez de la portada principal, un arco de medio punto tallado en piedra. Una inscripción en la portada marca la fecha de su última reedificación en 1852.

La torre campanario, separada de la iglesia y construida en sillería de granito, se compone de dos cuerpos, con el nivel superior albergando un llamativo conjunto de campanas en tres aberturas de medio punto.