Portada » Valores ornitológicos de la comarca de Ambroz Cáparra
La comarca de Ambroz Cáparra, situada al norte de la provincia de Cáceres, presenta una configuración de hábitats muy variada, que abarca desde las altas cumbres de las estribaciones occidentales de Gredos, hasta las vegas fluviales del río del cual recibe su nombre esta demarcación política. Gracias a esta diferencia de altitud y a los distintos usos del territorio, en ella encontramos una rica diversidad de ecosistemas, los cuales albergan importantes valores ornitológicos. Más de 250 especies de aves se han registrado en la comarca en alguna ocasión, de las que al menos 190 tienen presencia regular en la zona, que actúa como área de alimentación y descanso para las aves migratorias que atraviesan el sistema central por el oeste peninsular.
En las cotas más altas de la comarca encontramos buenas representaciones de hábitats oromediterráneos, donde diversas especies de paseriformes llevan a cabo su reproducción, entre ellas algunas tan escasas en la región como el alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) o el roquero rojo (Monticola saxatilis) así como varias rapaces de interés, como es el caso del águila real (Aquila chrysaetos) o el halcón peregrino (Falco peregrinus). Descendiendo en altura, estos ambientes dan paso a frondosos bosques caducifolios formados por robles melojos (Quercus pyrenaica), castaños (Castanea sativa) y fresnos de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia) en los que encuentran refugio un amplio abanico de especies de carácter forestal, entre los que cabe destacar abejero europeo (Pernis apivorus), pico menor (Dryobates minor) o camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula) por citar tan solo algunas.
Las extensas dehesas formadas por centenarias encinas (Quercus ilex) y alcornoques (Quercus suber) cubren gran parte del territorio, y son el hogar de una rica variedad de aves mediterráneas que durante los meses de primavera nos deleitarán con un magnífico espectáculo sonoro. Sus frutos son el sustento de una de las especies más icónicas de Extremadura, como es la grulla común (Grus grus). De ellas podremos disfrutar durante los meses de invierno alimentándose entre estos imponentes árboles, en las vegas fluviales, o acudiendo al atardecer a sus dormideros, los cuales se sitúan en el embalse de Gabriel y Galán, centro geográfico de la comarca, en cuyos pinares adyacentes no será difícil detectar a la rapaz más grande de Eurasia, el buitre negro (Aegypius monachus). Otro de los habitantes más emblemáticos de la dehesa es sin duda la cigüeña negra (Ciconia nigra) a la cual también podremos observar en los abruptos escarpes fluviales del río Alagón y arroyos tributarios, hábitat que comparte con especies tan singulares como el búho real (Bubo bubo) o el más pequeño de nuestros buitres, el alimoche común (Neophron percnopterus).
En el oeste de Ambroz Cáparra encontramos vastos olivares de manejo tradicional, los cuales albergan una de las joyas ornitológicas de la comarca, como es el alzacola rojizo (Cercotrichas galactotes). Esta amenazada especie migratoria, la cual regresa a sus áreas de cría a partir de mayo, cuenta en esta zona con sus poblaciones más septentrionales dentro de la península ibérica. Estos olivares se intercalan habitualmente con otras formaciones forestales, creando un efecto de ecotono en el que se dan cita especies tan diversas como alcotán europeo (Falco subbuteo), collalba rubia occidental (Oenanthe hispanica) o colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus). Para terminar, merece la pena poner en valor algunos de los humedales más destacados de la comarca desde el punto de vista ornitológico, como son la laguna de Fresnedilla o el embalse de Las Cumbres, donde podremos disfrutar de muy diversas especies de aves acuáticas, especialmente durante los pasos migratorios y los meses de invierno, entre las que no faltarán espátulas comunes (Platalea leucorodia), garcetas grandes (Ardea alba) o silbones europeos (Mareca penelope) entre muchas otras.