Baños de Montemayor alberga, desde la época romana, un espacio de aguas termales que es un referente a nivel nacional. Sus aguas son perfectas para mejorar la salud, calmar el estrés o para tratamientos de belleza.

En la época romana estas termas fueron utilizadas por los militares y funcionarios romanos que veían en sus aguas fuente de alivio para sus dolencias. Aunque su auge tuvo lugar entre los siglos I y IV, su uso continuaría, favorecido por su estratégica ubicación en la Vía de la Plata.

El complejo está formado por dos edificios. El edificio principal es el más moderno. Su estructura recuerda a la de un barco y  sus instalaciones concentran la mayor parte de los tratamientos de salud.

El edificio más antiguo es el que alberga las termas romanas, de las que se conserva el espacio de planta circular con toma de luz cenital y bella decoración labrada. En él se encuentra el manantial del que manan sus aguas termales procedentes de dos manantiales próximos entre sí llamados “Columna” y “Arqueta”. Su temperatura es de 43 grados y sus aguas son beneficiosas para procesos reumatológicos, artrosis y enfermedades respiratorias. En las bóvedas del antiguo edificio se ha creado un museo para dar a conocer al visitante historia del balneario y, por ende, la de la localidad. La entrada es libre junto con la entrada al museo.