Un encantador laberinto de calles estrechas con casas de piedra y adobe adornadas con macetas, un regreso al paisaje de la edad media donde convivían judíos y cristianos.
También conocido como “Judería de Hervás” y de origen medieval, es un histórico y pintoresco barrio judío, considerado uno de los conjuntos históricos más importantes de la región. Se trata de un conjunto de calles, plazas y viviendas de entramado serrano que conservan los rasgos de la cultura judía de los siglos XIV y XV. Esta comunidad se extendía desde la colina que desciende desde la iglesia hasta la orilla del río Ambroz. Pertenecen a este Conjunto Histórico Artístico desde 1969, el barrio, las iglesias de Santa María de Aguas Vivas y de San Juan Bautista de la Concepción, la Casa de los Dávila, la antigua enfermería franciscana de la Bien Parada y el Puente Medieval de la Fuente Chiquita.
Durante la Edad Media, esta localidad fue un importante enclave judío, desempeñando la comunidad hebrea un papel destacado en el desarrollo económico y cultural de la región, hasta que el edicto de expulsión fue acabando poco a poco con esta comunidad.
En la actualidad se pueden encontrar vestigios de la antigua sinagoga y otros edificios que muestran la huella judía en la historia de Hervás.
Además de su pasado sefardí podemos descubrir en la villa la huella de los caballeros templarios en la Iglesia de Santa María de Aguas Vivas, el punto más elevado de Hervás. El templo cuenta con un mirador desde el que podemos descubrir la belleza del Valle del Ambroz. Santa María fue construida sobre las ruinas de un castillo de los caballeros templarios del siglo XI. Actualmente sólo conserva de este monumento los restos de la muralla.
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